Una experiencia pedagógica cataluña
en el tema de la argumentación en ciencias sociales
La justificación
y la argumentación en la enseñanza de las ciencias sociales
Autores:
Pilar Benejam, Monserrat Cases, Cecilia Llobet y Montserrat Oller.
El trabajo que se expone en este
artículo ha sido realizado en el marco del curso experimental de Formación del Profesorado
de Secundaria organizado por la Universidad Autónoma de Barcelona por encargo
de la Generalitat de Cataluña. Dicho curso, conocido como CQP (Curs de
Qualificació Pedagògica), se considera una alternativa al Curso de Aptitud
Pedagógica o CAP, tiene una duración equivalente a un curso académico, y en él
constan 40 créditos teóricos y 20 créditos dedicados a prácticum. En la
modalidad de formación del profesorado de ciencias sociales de secundaria se matricularon
28 alumnos procedentes de diversas licenciaturas de los cuales 22 eran
licenciados en historia.
Palabras clave: Ciencias sociales, Educación,
Enseñanza, Pedagogía, Ciencias de la educación
Justification and argumentation in
the teaching of the Social Sciences The work that we describe in this article
has been carried out within a the framework of an experimental teacher training
course for Secondary Education organised by the Autonomous University in
Barcelona instigated by the Autonomous Government in Catalonia. This course
known as CQP, (course of pedagogic qualification), is considered as an
alternative to CAP a course in pedagogical aptitude,. It lasts for one academic
course and has 40 theoretical credits and 20 credits dedicated to the practice.
In the area of teacher training in the Social Sciences in Secondary Education
28 student teachers signed on from diverse degrees 22 of whom had gained their
degree in History.
Esta experiencia fue dirigida por
las profesoras de didáctica de las ciencias sociales de la Universidad: Pilar
Benejam, Montserrat Casas, Cecilia Llobet y Montserrat Oller. El trabajo
aplicado se realizó en los diversos centros de secundaria en los que alumnos y
alumnas universitarios del CQP hicieron sus prácticas. Dichas prácticas,
coordinadas en su parte teórica y práctica por Pilar Benejam, fueron orientadas
por el profesorado de secundaria de los centros correspondientes que actuaron
como profesor-tutor de prácticas a quienes hay que agradecer su inestimable
colaboración. Cada profesor-tutor tuvo a su cargo a dos alumnos universitarios.
Justificación de la propuesta
Desde la perspectiva de las
ciencias sociales consideramos que la mejora de las competencias
psicolingüísticas del alumnado entraña trabajar preferentemente la descripción,
la narración, la explicación, la justificación y la argumentación.
Entre el profesorado parece
existir consenso en reconocer la necesidad de procesar información a través de
la descripción o de la narración, y de llegar a la comprensión de las causas y
las consecuencias de los hechos y de los
fenómenos sociales mediante la explicación. Sin embargo, la justificación y la argumentación son capacidades sobre las que
hay menos conocimiento y experiencia didáctica.
La justificación y la argumentación
no han sido consideradas prioritarias en didáctica hasta las últimas décadas
del siglo XX porque el pensamiento neopositivista y empirista, dominantes
durante la mayor parte del siglo, han buscado su justificación en los hechos y
han supuesto que existe una correspondencia entre el mundo y el conocimiento científico del mismo. Esta
correspondencia se basa en la racionalidad más estricta y la severa confrontación
de las teorías con la experiencia. En dichas teorías científicas resta poco
espacio para el subjetivismo y para la interpretación.
Desde que Kuhn publicó en 1975 su
obra La estructura de las revoluciones científicas, muchos teóricos consideran
que el mundo real existe con independencia del pensador, de manera que el mundo
no cambia porque cambie la ciencia. Estiman que aquello que las personas saben
de la realidad es el resultado de haber pensado e interpretado teóricamente la experiencia
de ese mundo gracias al lenguaje. Autores, como Barnes (1987), no sólo afirman
que la ciencia no es neutra, sino que señalan que los intereses dominantes en
cada momento intervienen en la formulación de las observaciones empíricas, en
las evaluaciones de las teorías y, en general,
en las creencias compartidas por los científicos.
Este pensamiento, llamado a veces
postmoderno, considera que la ciencia es dinámica no sólo porque es una
construcción social que se desarrolla a lo largo de la historia, sino porque
las personas tratan de conocer para modificar y para transformar aquello que
conocen, de manera que este "poder ser" admite diversas prácticas y
concreciones. La ciencia, en tanto que acción humana intencional, trata pues de
contribuir a mejorar el mundo y no sólo el mundo físico, sino también el mundo
social y el mundo histórico (Echevarria, 1998). Si aceptamos que la finalidad
de la ciencia no es sólo la producción de conocimiento, sino que también se
propone intervenir y controlar el mundo, surgen de inmediato cuestiones importantes:
¿para qué se quiere controlar el mundo? ¿en beneficio de quién? A estas
preguntas cabe contestar que la mayor o menor utilidad social de la mejora que
representa el conocimiento es un asunto ideológico, una cuestión de valores.
Hoy, pasados los excesos del
postmodernismo de los años 80, se reconoce el impacto de las teorías postmodernas
en el pensamiento occidental, lo cual ha conllevado el final del dogmatismo, de
los exclusivismos y de las verdades absolutas.
Durante los años 90 se ha vivido
el intento de superar de alguna manera el relativismo
radical postmoderno porque el reconocimiento de la debilidad de la
razón no ha invalidado su intrínseca potencialidad reflexiva. En realidad,
en esta capacidad de reflexionar se basa el conocimiento sobre la
provisionalidad y la complejidad del saber y de toda construcción humana y
social (Pérez Gómez, 1998). La
interpretación no está pues reñida con la racionalidad y la búsqueda de
criterios de rigor científico.
Estas teorías constructivistas,
que consideran el conocimiento como un producto humano y social, han llevado a
dar una gran relevancia a la
interpretación y la comunicación. Toda interpretación que modifique o
contradiga el corpus de conocimiento
existente exige su justificación para ser validada, es decir, el reconocimiento
de la aceptabilidad de las razones que la sostienen. Quien justifica intenta validar una interpretación o una intencionalidad
del discurso, una manera de entender la realidad y esta interpretación o
teorización pide razones y argumentos fuertes y adecuados para su aceptación..
En el contexto de enseñanza de las ciencias sociales las justificaciones
muestran la preferencia por posturas, interpretaciones o teorías existentes. No
tiene sentido pensar que los alumnos y alumnas puedan crear nuevas interpretaciones
de la realidad, porque para ello precisarían muchos conocimientos previos. En
todo caso el alumnado puede ser original en la manera cómo reconstruye el
conocimiento científico y en cómo lo combina (Benejam y Quinquer, 2000).
La relatividad del propio
conocimiento y de las interpretaciones sociales demanda la capacidad de
comunicar, de compartir y contrastar las propias justificaciones con las
justificaciones de los compañeros, del docente o de determinados autores para
poner a prueba el conocimiento. Este diálogo se basa en la capacidad de dudar y
en la posibilidad de convencer y ser convencido.
La relación dialéctica se expresa a través de un discurso argumentativo que
implica una actitud crítica y alternativa, y ese discurso es propio de los
debates. En este tipo de discurso suele ser frecuente recurrir a la autoridad
de citas, referencias y publicaciones. En didáctica de las ciencias sociales,
para promover la argumentación se proponen juegos de rol y simulación, se
plantea la resolución de problemas que ofrecen diversas alternativas o se
promueve un debate sobre temas sobre los que no hay consenso (Benejam, 1999).
Los planteamientos de la ciencia y
las teorías sobre el conocimiento ofrecen actualmente apoyo teórico para
fundamentar los valores democráticos, que son la meta a la que dirigimos
nuestra acción educativa. La capacidad de justificar el propio pensamiento
implica desarrollar la capacidad de libertad entendida como conciencia. Cabe
recordar que la libertad consiste en la capacidad de escoger, de manera
individual y también colectiva, en qué sociedad deseamos vivir. En nombre de
esa libertad y de la autonomía intelectual no se puede aceptar la manipulación,
la instrumentalización ideológica, las formas de persuasión basadas en la
seducción, el engaño o cualquier otro tipo de alienación. La justificación
implica un esfuerzo por concretar, comunicar y fundamentar el propio
pensamiento.
La argumentación, por su parte,
supone la aceptación de la duda y el reconocimiento de la pluralidad. El
carácter público del debate no da seguridades, pero hace difícil sostener
actitudes egocéntricas, dogmáticas, integristas o intolerantes. Al mismo
tiempo, la comunicación permite la posibilidad de sumar voluntades y crear un
clima de participación.
La meta de la educación social es,
a nuestro entender, preparar a todos los individuos para asumir su libertad y a
todos los ciudadanos para su participación activa en relación con los demás, en
el trabajo, en la gestión de las instituciones, en la gestión del territorio y,
en definitiva, en la vida política y todo ello con la finalidad de construir el
mundo en el que deseamos vivir. En la escuela, el desarrollo de capacidades,
tales como la justificación y la
argumentación, contribuyen, a nuestro criterio, en el desarrollo de estas
actitudes sociales deseables.
Descripción de la propuesta didáctica y objetivos
de la experiencia
La didáctica de las ciencias
sociales del mencionado curso de CQP puso un notable empeño en relacionar estrechamente teoría y práctica. De acuerdo
con el profesor o profesora de secundaria del centro donde debían realizar el
prácticum, cada uno de los alumnos se hizo cargo del desarrollo de un tema del
programa. Dicho tema fue preparado ampliamente en las clases teóricas y en
sesiones de tutoría y en su elaboración se trabajaron las capacidades básicas
psicolingüísticas. Al mismo tiempo, los 28 alumnos incluyeron en sus temas el
planteamiento de un debate para lo cual debían tener en cuenta el contexto del
centro y del grupo-clase de secundaria en el que trabajaban, así como verificar
la correcta inclusión del debate en la lógica del tema asignado.
Durante el período de prácticas,
los alumnos universitarios realizaron diversas actividades y, entre ellas, se
hicieron cargo de un grupo-clase donde trabajaron durante 4-8 sesiones el tema
previamente preparado, introduciendo las modificaciones puntuales que
aconsejaba la dinámica del grupo que les había correspondido. En el transcurso
de esas sesiones y dentro del desarrollo del tema, se plantearon un problema,
una posible alternativa o una cuestión abierta y se propuso un debate sobre el
mismo. Para ello los alumnos de secundaria se dividieron en grupos y cada grupo
se responsabilizó de un rol, una teoría o un punto de vista y a cada grupo se
le entregó el material necesario (textos, gráficas, dibujos, periódicos, etc.) para
poder proceder a la justificación de su postura. Las justificaciones en apoyo
de cada punto de vista, los posibles argumentos para rebatir las opiniones de
los otros grupos y los posibles acuerdos los concretaron y ordenaron por
escrito.
En muchos casos cada grupo nombró un portavoz.
Una vez preparado el debate, se
reunieron todos los alumnos de la clase de secundaria, y en un primer turno de
palabra cada portavoz expuso el punto de vista de su grupo. En un segundo turno
de palabras abierto se procedió al debate. El profesor, alumno del CQP,
coordinó la sesión e intervino más o menos de acuerdo con las exigencias de
cada caso. La sesión fue grabada en vídeo en los casos en que resultó posible.
Las clases de didáctica de las
ciencias sociales que siguieron al período de prácticas se centraron en el
análisis de los debates: de su planteamiento, realización y conclusiones. Para
este análisis se utilizaron los materiales escritos de los alumnos de
secundaria, las grabaciones de vídeo y las consideraciones de los observadores
externos: el profesor o profesora y el compañero o compañera de prácticas.
Los objetivos del trabajo planteado fueron los
siguientes:
. Primero, demostrar a los alumnos
del curso de CQP la conveniencia y la posibilidad de incluir la práctica de la
justificación y de la argumentación en la enseñanza y en el aprendizaje de las
ciencias sociales.
. Segundo, aprender a preparar,
plantear, realizar, analizar y evaluar justificaciones y debates en una clase
de secundaria.
. Tercero, reunir conocimientos y
experiencias sobre la justificación y la argumentación para mejorar las propuestas
didácticas y su realización práctica.
. Cuarto, aprender técnicas de
estudio y de investigación.
Análisis de los materiales y de la experiencia
El estudio de la experiencia
realizada se centró en diversos puntos:
. Identificación de las
disciplinas sociales preferidas por el profesorado y por el alumnado para plantear
un trabajo de justificación y de argumentación.
. Clasificación tentativa de las
propuestas que demandan ejercicios de justificación y argumentación en la
enseñanza de las ciencias sociales.
. Preparación de la justificación
y desarrollo del debate. Instrumentos para su evaluación.
. Valoración de la experiencia por
parte del alumnado de secundaria y del alumnado de la Universidad.
Identificación de las disciplinas sociales
escogidas para plantear un trabajo de justificación y de argumentación
En la gráfica 1 destaca la
preferencia mostrada por el profesorado de secundaria y por los alumnos del CQP
por los temas de historia. Esa selección se explica por el hecho del trato
preferente que se da a esa materia en los currículos de ciencias sociales de
ESO y de bachillerato y por la preparación previa de los alumnos de CQP en esta
materia. Los temas clasificados en el apartado de política se prestan a
confusión con los de historia, dado el solapamiento de intereses y problemas
que se da en el campo de las ciencias sociales. Se incluyeron en este apartado
problemas políticos actuales y el criterio utilizado para su clasificación se
basó en el consenso. En cualquier caso, dada la dificultad de clasificación, se
pidió a los alumnos que identificaran las materias referentes prioritarias o de
primera opción y los campos temáticos secundarios o segunda opción.
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- Gráfica 1. Materias en las que se basan las justificaciones elegidas en
primera opción (total= 28)
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- Gráfica 2. Materias en las que se basan las justificaciones elegidas en
segunda opción (total= 18)
La reflexión sobre las
dificultades encontradas en la diferenciación de los campos propios de las
diversas ciencias sociales propició la justificación de la opción de un
currículum de ciencias sociales a nivel de ESO y apoyó la necesaria relación
entre las ciencias sociales. También se habló de la conveniencia del trabajo en
equipo por parte del profesorado que participa en los seminarios de ciencias
sociales de secundaria.
Clasificación tentativa de los tipos de
justificación identificados
Para llegar a una posible
clasificación de la tipología de las justificaciones trabajadas, cada alumno
expuso brevemente en clase el tema de su propuesta. Esta primera exposición
permitió llegar a una clasificación tentativa en cuya elaboración cabe
reconocer una participación muy activa del profesorado dada la dificultad que
el ejercicio representa. Tras varias sesiones de trabajo, se llegó a
identificar cuatro modelos de
justificación que se distinguen sobre todo por su intencionalidad:
La presentación de diversas hipótesis, teorías o
interpretaciones de un fenómeno o de un hecho
Sirva de ejemplo el tema de los descubrimientos
geográficos: Al plantear la pregunta ¿Por qué el descubrimiento de América
ocurrió en 1492 y no antes? Unos alumnos interpretaron que el descubrimiento de
América se debió básicamente al empeño de Cristóbal Colón y a los apoyos que
recibió en su proyecto dando con ello prioridad al protagonismo personal.
Otros alumnos destacaron los
intereses económicos y comerciales que impulsaron los viajes y un tercer grupo
destacó las mejoras técnicas que permitieron la navegación oceánica.
El contraste de ideologías o de valores en la
consideración de un tema
En estos ejercicios de
justificación cada grupo de alumnos adopta el rol propio de una de las opciones
ideológicas que intervienen en el debate y aporta las razones y argumentos
propios del grupo que representa. Un ejemplo lo constituyó el debate entre
partidarios del antiguo régimen y partidarios de las revoluciones burguesas.
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- Gráfica 3. Tipología de las justificaciones escogidas en primera opción
(total= 28)
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- Gráfica 4. Tipología de las justificaciones secundarias (total= 28)
Posibles soluciones para resolver un problema
concreto
Se trata de llegar a la solución
de un problema de la manera más satisfactoria posible. Para ello los diversos
grupos de alumnos aportan sus soluciones y debaten las propuestas para llegar a
un posible consenso. Como ejemplo puede servir el caso de concretar el trazado
de una hipotética autopista de nueva construcción.
Defensa de los intereses de los colectivos
afectados por una acción o problema
Consiste en que los diferentes
colectivos afectados por un tema o un problema concreto defiendan sus puntos de
vista basados en sus intereses. Un ejemplo lo constituyen las justificaciones
que aducen una gran ciudad, una ciudad industrial y una población pequeña para
evitar la ubicación de una incineradora en su término municipal.
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- Gráfica 5. Tipologías de las justificaciones basadas en la materia de historia
y elegidas en primera opción (total=17) y segunda opción (total=13)
Una vez identificados estos cuatro
tipos de justificación se procedió a cuantificar los trabajos. La dificultad de
catalogar con nitidez las propuestas llevó a diferenciar una intencionalidad
prioritaria y una intencionalidad secundaria. Los resultados gráficos
demuestran la preferencia de los alumnos de CQP por el contraste de ideologías
que, probablemente se adecua a una formación histórica. La intencionalidad
secundaria, cuando la hubo, mostró preferencia por las posibles soluciones de un
problema, opción que complementa de forma lógica el debate sobre ideologías.
Preparación de la justificación y
desarrollo del debate. Instrumentos para su evaluación El análisis de las
justificaciones y del debate lo realizó individualmente cada alumno del CQP
siguiendo una pauta común.
No resultó posible ofrecer datos
globales de la experiencia a causa de la diversidad en la casuística existente:
nivel de los alumnos, preparación previa, número de alumnos en el grupo,
cantidad de sesiones realizadas, nivel de
dificultad del tema, número de variables etc. únicamente podemos ofrecer
algunos ejemplos.
Los textos escritos con las
razones aducidas en apoyo de la interpretación de cada grupo fueron valoradas
según tres criterios:
- Que las razones y argumentos
fueran pertinentes.
- Que el número de razones y
justificaciones fueran suficientes.
- Que fueran expuestas con orden y
claridad.
En la tabla 1 figura un ejemplo
sencillo de la valoración de las justificaciones elaboradas por dos grupos. La
calidad de la justificación hace prever el desarrollo del debate y prepara la
oportuna intervención del profesor o profesora cuando se considere oportuno y
necesario.
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- Tabla 1. Valoración de las justificaciones
El análisis del debate se realizó
previa transcripción de la grabación en todos los casos que se dispuso de este
material. Se analizaron dos variables: el número de intervenciones de cada
alumno y grupo para evidenciar protagonismos y silencios, y la calidad de la
intervención para saber si propiciaba realmente la confrontación y la
negociación entre diversas justificaciones o si se limitaba a reafirmar o a matizar
la propia exposición.
En cuanto al número de
intervenciones los resultados fueron muy dispares. En pocos casos intervinieron
todos los alumnos de manera que el profesor se limitó a dar la palabra a los
alumnos que la solicitaban. En otros muchos casos algunos grupos o unos pocos
alumnos monopolizaron prácticamente todo el diálogo con un número muy elevado
de intervenciones (tabla 2).
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- Tabla 2. Intervenciones de los alumnos
En otros casos, cabe destacar la
escasa participación del alumnado en el debate dado que eran grupos poco habituados
a la participación. En este caso, la profesora moderadora tuvo que intervenir
repetidamente hasta lograr la animación del debate y conseguir que los
participantes aducieran razones en defensa de sus enunciados.
Los resultados obtenidos en cuanto
al número de intervenciones en razón del género son muy dispares pero, en términos
generales podemos observar una participación más decidida y entusiasta por
parte de las alumnas. En otros casos, no se confirmaba diferencia alguna por
razón de género de manera que sobre este particular resulta difícil extraer
conclusiones.
En cuanto a la calidad de la
argumentación, destacan las intervenciones en las que los alumnos reafirman o
matizan sus anteriores aportaciones (tabla 3). También son relevantes las
aportaciones que confrontan o contraponen justificaciones divergentes lo cual
representa un indicio positivo. Sin embargo, en muy pocas ocasiones, el diálogo
conduce a propuestas de negociación o acuerdo, sino que cada grupo mantiene sus
posturas.
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- Tabla 3. Valoración del debate
Valoración de la experiencia
Para la valoración de las sesiones
de preparación y de realización del debate se solicitó a los alumnos de
secundaria un comentario escrito, anónimo, en el que respondieran a las
cuestiones siguientes:
. ¿Consideraban que estas sesiones
de preparación para el debate y de debate les habían sido provechosas? ¿Por
qué?
. ¿Les gustaría hacer algún otro
debate durante el curso?
. ¿Cambiarían o mejorarían el
proceso seguido? ¿Cómo o en qué aspecto?
En todos los casos, los resultados
obtenidos acusan un elevado grado de satisfacción. En cambio, las sugerencias
de mejora fueron escasas: la agrupación de los alumnos debería ser libre porque
trabajan mejor con sus amigos o amigas; sería conveniente limitar el uso de la
palabra a personas que piden intervenir constantemente; cada uno debería poder defender
solamente aquella justificación con la que estuviera de acuerdo; algunas
preguntas de examen deberían basarse en la justificación y la argumentación.
La valoración de la experiencia
por parte del alumnado de CQP fue muy variada. En general, apreciaron la atención
recibida para la preparación del tema, tanto individual como en grupo, pero
solicitaron conocer con anterioridad y desde el principio las pautas de
análisis de la experiencia para adecuar su práctica a esas exigencias.
Reconocieron que nunca anteriormente habían hecho una incursión en un proceso
de investigación y valoraron su aprendizaje. Convinieron también en estimar la necesidad
de introducir la justificación y la argumentación en la enseñanza secundaria y
aun en la primaria.
Consideración final
Aunque brevemente hemos
considerado oportuno dar a conocer este trabajo, parcial y tentativo, con la
finalidad de contribuir a la formulación de un modelo de formación distinto y
así ir avanzando en el sentido de preparar de forma más adecuada a nuestros
profesores. Como dice uno de los alumnos de CQP, Ángel Guillé Deu: "(...) Todo esto son puertas que quedan abiertas a la
reflexión y a la investigación; puertas de una casa en la que acabamos de
entrar y de la que creo que nos quedan muchas más por abrir".
Bibliografía
BARNES, B. : Sobre la ciencia.
Barcelona. Labor, 1987.
BENEJAM, P. : "El
conocimiento científico y la Didáctica de las Ciencias Sociales" en Un
currículum de Ciencias Sociales para
el siglo xxi. Universidad de la
Rioja - Asociación Universitaria del Profesorado de Didáctica de las Ciencias
Sociales,1999,
pp. 15-26.
BENEJAM, P.; QUINQUER, D. :
"La construcción del conocimiento social y las habilidades
cognitivolingüísticas" en JORBA,
J.; GÓMEZ, I.; PRAT, A. (1988):
Hablar y escribir para aprender. Madrid. Síntesis, 2000, pp. 201-218.
ECHEVARRÍA, J. : Filosofía de la
ciencia. Madrid. Akal, 1998.
KUHN, T. S. (1962): La estructura
de las revoluciones científicas. México D. F. Fondo de Cultura Económica, 1975.
Dirección de contacto
Pilar Benejam
Universitat de Barcelona. Dpto.
Didáctica de las Ciencias Sociales
Monserrat Cases
Universitat de Barcelona. Dpto.
Didáctica de las Ciencias Sociales
Cecilia Llobet
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Didáctica de las Ciencias Sociales
La justificación y la argumentación en la... (PDF Download Available). Available from: https://www.researchgate.net/publication/39149302_La_justificacion_y_la_argumentacion_en_la_ensenanza_de_las_ciencias_sociales [accessed Apr 28 2018].
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